Translate

29/9/15

Esto tampoco es poesía. Es un performance. Un performance para colocar el cuerpo dentro de lo infinito. ¿Cómo hacerlo? El infinito ¿tiene un dentro y un fuera? Tal vez desde ahí tengamos que partir, desde la sencilla preguntar. Preguntar no tiene nada de malo.  Tendríamos que formularnos más preguntas, como, por ejemplo la infinitud que yace en la creación de un vestido. De una blusa, de una elemento decorativo para el cabello. La moda lo ha sabido hacer muy bien, eso de tasar el infinito y colocarlo dentro de lo material. ¿Cuánto cuesta realmente el material de tu vestido? Pero ¿te lo vendieron como un vestido único? ¿como una envoltura preciosa? Si no fuéramos mal pensados podríamos decir que sobre los centavos que cuesta el llano material, se ha puesto precio a lo infinito, es bien intelectual: el diseño. Por eso, ese vestido, cuyo precio real en cuanto materiales es de 15 centavos, tiene una valor en el mercado de 600 o 700 dólares. Si no pensamos en lujos o en esos hermosos zapatos diseñados por MIAU. El infinito tiene precio. ¿Les he dicho que la moda es mi perdición? ¿Que me di cuenta que la moda, para mí, es una cadena que, al romperla me produce sufrimiento? ¿Les he dicho que amo los jabones perfumados? ¿Las cremas sedosas? ¿Los aromas paradisíacos con los que se atrapa a una mujer? ¿Les he dicho que sufrido por eso? Bien mirado, el sufrimiento dice mucho de nuestras dependencias y, como el azúcar, esa dependencia me ha impedido ser libre, porque me gusta comprar esos infinitos industriales, tasados por los privilegios del mercado, nacidos y generados por un sistema de privilegios que convirtió al creador en genio y lo reprodujo hasta el cansancio, transformando la genialidad en explotación; así que voy a crear, voy a crear mis propios infinitos para envolverme. No usaré infinitos ajenos, todo este año. Me envolveré en mí. Mi cuerpo irá entrando, poco a poco, en su propio infinito. 

27/9/15

Premanifiesto:

Ser radical es construir, no desmantelar.
Ser radical es no tocar lo que el amo tocó.
Ser radical es ser autónomo.
Ser radical es crear el lugar.
Ser radical es crear el tiempo.
Ser radical es construir nuestra propia realidad.

Cuando tu intención es desmantelar eres violento como el amo.
Cuando re-usas lo que el amo ha tocado actúas igual que el amo.
Cuando te apropias de un espacio actúas igual que el amo.
Cuando eres incapaz de crear tu propia realidad, dependes del amo.

Ser radical es observar que la lucha se libra dentro de nosotros.
Todos somos, nos guste o no, el amo.
La lucha no está afuera.

El amo no está afuera
El amo no es el otro
El amo se comunica con nosotros desde nosotros mismos.
Ser radical es aceptar que nosotros también somos el amo.

¿tienes prisa?

Ser radical es ser la construcción.
Ser radical es ser el lugar.
Ser radical es ser el tiempo.

El radical no besa la mano que le da de comer, besa todas las manos.
El radical no muerde.
El radical no ladra.
El radical no distingue entre clasismo, racismo y políticas de exterminio: les llama odio.
El radical no promueve el odio, ni aunque sea trabajo pagado.

Para el radical no existen las personas "blancas" "rojas" "amarillas" o "de color", todas son personas.
El radical no lucha por un lugar.
El radical no lucha por ser alguien.
El radical no lucha por la visibilidad.

El radical no percibe como una sola persona.
La percepción del radical es global.
El radical no lucha (esa lucha dentro de sí) por beneficio personal.

El radical es un iluminado.
El radical es un santo.
El radical no existe.

***

To be radical is to build, not dismantle.
To be radical is not to touch what the master touched.
To be radical is to be autonomous.
To be radical is to create the place.
To be radical is to create time.
To be radical is to build our own reality.

When your intention is to dismantle, you are violent as the master.
When re-using what the master has touched, you act like the master.
When you arrogated by a space, you act like the master.
When you're not able to create your own reality, you rely on the master.

To be radical is to observe that the struggle is within us.
We are all, like it or not, the master.
Fight is not outside.

The master is not outside
The master is not the other
The master communicates with us from ourselves.
To be radical is to accept that we are also the master.

Are you in a hurry ?

To be radical is to be the construction.
To be radical is to be the place.
To be radical is to be the time.

The radical does not kiss the hand that feeds him, kiss every hand.
The radical does not bite.
The radical does not bark.
The radical does not distinguish between classism, racism and extermination policies: called hatred.
The radical does not promote hatred, not even as a paid job.

For the radical there are no "white" people "red", "yellow" or "colored", all are people.
The radical does not fight for a place.
The radical not fight to be somebody.
The radical not fight for visibility.

The radical does not perceived as a single person.
Radical perception is global.
The radical not fight (that fight within himself) for personal gain.

The radical is enlightened.
The radical is a saint.
The radical does not exist.


No es el dolor lo que me lleva a actuar. Un performance es un acto, no sólo una escritura. El otro día mientras le platicaba a alguien de cuánto me entusiasma este performance, comentó "ah, tu blog". No, este no es un blog. Ya sé que he escrito en algunos libros "Esto no es poesía/es/lo que dicatan las circunstancuas" o "Esto no es un libro/ es un organismo que camina" o algo así. Funciona, sirve para repensar las plataformas en las que nos manifestamos y, en cómo nos ajustamos a esas plataformas de forma inamovible: el género, los semestres en las escuelas, las estructuras literarias y ahora, las plataformas en esta infinitud fantástica que llaman inter-net... "inter-being" diría mi maestro Tich Nhat Hahn. También hay quien afirma que Tich Nhat Hahn no es mi maestro porque nunca he tomado uno de sus seminarios en persona ¿¿¿??? Qué poco confían en los maestros espirituales quienes creen que necesitan la "persona" para que un alumno los seleccione, y estudie a través de su experiencia. Esto no es un blog, es un performance que comienza dentro de una plataforma infinita, en el inter-ser. Decía que lo que me lleva a actuar no es el dolor. El dolor se ha puesto de moda. O más bien se puso de moda perder el miedo a declarar públicamente que ciertas cosas que consideramos injustas en el mundo son dolorosas. Pero la moda, como las envolturas, vacía de sentido y de experiencias los objetos que toca o todo lo que nombra. Así que, ya perdido el miedo de expresar dolor, expresar dolor se convierte en esa frase vacía, como decir "cliché" o señalar lo interesante. Mi nombre es Dolores, así que, ya ven, tan acostumbrada que estoy a lo que el dolor significa, representa y manifiesta... e incluso a lo que el dolor provoca, desata, revive, enciende, crea. El dolor, bien nombrado, es una forma de poder. Pero el dolor convertido en slogan es sólo una palabra, una palabra despojada de su verdadera dimensión y su verdadera realidad. Decimos "dolor" como decir "con permiso". Este perfomance no está hecho para expresar dolor, este acto es para expresar vida, observar el sufrimiento y sus infiernos, quebrar la oscuridad. Si quiero transformar lo que escribo tengo que transformar lo que soy. Porque dentro de la observación exhaustiva del sufrimiento está la vida y el poder, el poder verdadero, no el poder económico, el poder energético de lo que somos, y somos todo. El sufrimiento ¿nos ciega o es un camino para ver? Voy a transformar lo que soy.

13/9/15

La envoltura. La moda. Debo decir que sí, puedo percibir claramente como la moda nos envuelve. Como nos envuelve de forma negativa, como una cadena; cómo cada día la moda alimenta más y más una industria destructiva y ofrece envolturas perecederas que debería uno conservar dentro del refrigerador; es increíble como el precio de la moda ya no es garantía de calidad. Pero no hablaré de dinero aquí, esa mala palabra. Puedo percibir que la moda nos hace sufrir. Porque si no vestimos de acuerdo a los estándares sociales somos rechazados; incluso en las sociedades más hipsters, hay que envolverse como hipster. Pero debo admitir que la moda es una de mis fascinaciones; más allá de lo que me pueda fascinar, es una adicción; no importa que siempre use un sólo color; la moda me hace sufrir cuando no la tengo. Siguiendo mis normas de conducta debo poner atención entonces a lo que me hace sufrir, por qué me hace sufrir y reflexionar qué tanto vale la pena alimentar el proceso que a final de cuentas terminará en sufrimiento. No me refiero a que sufrir sea algo malo. Sufrir es parte de fundamental de la vida, sin sufrimiento ¿cómo podríamos distinguir entre el bien y el mal o entre nuestras preferencias y disgustos? pero yo, en este momento, prefiero sufrir por otras causas, como el amor, por ejemplo. Si puedo escoger mis sufrimientos sufriré por amor, me seguiré enamorando hasta las últimas consecuencias, sin establecer relaciones "tradicionales"; de esa forma mis emociones no están ligadas a una industria, a una producción, a las manipulaciones generadas por los inventores de la mercadotecnia y a una envoltura perecedera. 
Por eso comenzaré ha vestirme con las envolturas que yo misma construya, simplemente a base de hilo, aguja, material envolvente y tijeras. Nada más nos hace falta para sobrevivir las diferentes estaciones. La moda es una ilusión que adoro, pero quien vive en la ilusión nunca es libre. Ahora que he comenzado a imaginar cómo construiré mis envolturas recordé a Moon Dog, el jazzista de los cincuenta que creaba sus propios zapatos, y tocaba su música en las esquinas de NY. Ah, el gran Moon Dog; a él también está dedicado este performance.

2/9/15

Los tormentos causados por mi adicción al azúcar están disminuyendo. Por eso ya casi no he pasado por aquí. Me ocupa el lanzamiento de la Librería Feminista y saber cómo haré para elaborar mi propia ropa a partir de octubre. Sí, vestiré con ropa cosida a mano, cortada y cosida por mí; una especie de envoltura con mangas frescas para los tiempos de calor; abrigadoras para el tiempo de frío. Renunciaré a la moda. A las envolturas que alguien más diseña para nosotros. Me envolveré en mi misma. Ah, el cuerpo, el cuerpo y sus maravillosas capacidades como las de poder generar otro cuerpo para que la cubra. Mientras escribo esto estoy imaginando cómo voy a cortar la tela. Cómo me las arreglaré para diseñar los cilindros que servirán como mangas. Lo demás es solo un rollo en el que me envolveré, un rollo cómodo. Ya verán. Ya lo imaginé. Extenderé la tela de forma trasversal y cortaré un círculo para la primera manga muy pegadito a sus límites... el círculo para la otra manga lo cortaré a la medidad del ancho de mi espalda; de ahí la tela seguirá corriendo cuan larga me de la gana para coserle las mangas y ensamblarme. Como dije, hecha un rollito. Bueno, describirlo no es fácil. A finales de septiembre comenzaré, y ya veremos qué tan difícil es dejar esa otra adicción, la adicción a la moda para comenzar un año un poco más honestamente autónomo.